No tenemos nada. Hemos guardado todos nuestros sueños
en una maleta ya facturada para después perder el ticket
en el primer tren de la mañana. Una carta de la secretaria:
"El terapeuta se ha vuelto loco,
o tal vez fue ayer. No lo sé.
ni el nos lo quiere decir. "
La locura hipotecada a 20 años
y yo que me quedo calvo.
Y saben de esas típicas escenas donde sólo hay un río,
un puente
y una pareja que se mira sin mirarse,
con todos esos barcos que parece que han sido colocado ahí a propósito
y el Sol que no sabe si ponerse, que la Luna esta bajo arresto,
denunciada por acoso, drogas, y un poquito de violencia.
-"Te estás quedando calvo".
Lo sé.
-"Mi prima se casa la semana que viene
y aún no le hemos comprado nada".
Un teléfono que suena,
Dios que cuelga y
al otro lado del teléfono yo,
que trato de buscar una respuesta que no llega
las lineas siguen saturadas, y a mi se me acaba el saldo de la tarjeta.
-"Señorita por favor..."
-"En un segundo le atendemos."
Y un segundo es una vida
y una vida que no es nada.
Y yo mientras, con estos pelos.