domingo, 26 de junio de 2011

Seguir

a las palomas. Ellas saben lo que hacen, sí no, míralas siempre asintiendo. Alguien que asiente debe saber mucho, si no sería un mentiroso, y que yo sepa los animales no mienten; tan sólo el zorro, y por que Caperucita lo provocó. Y si no quieres seguir a las pobres palomas, pues arrancate los pelos de la lengua y deja que ella te guíe.
Caperucita era una zorra, y eso, explica muchas cosas.

jueves, 9 de junio de 2011

Este gato no es mio.


Enfin, tengo el pelo naranja. Tenía un elefante que se parecía a una oveja y que tenía nombre de gato, pero la perdí en una timba de poquer junto a mi cabeza. Ahora ya no tengo el pelo naranja por que la nueva cabeza venía con un color de serie que ni con tinte oye. El caso es que soy muy alta, y se insultarte en francés, mira: "ta mère est une prostituée travestie". Y sin usar el traductor. Además perreo hasta a los perros por que mi cuerpo anémico tiene una sobredosis de alegría. Pero no pasa nada, no te preocupes, estoy bien. A lo que voy, que eso, que nada, buenos tardes y que le vaya bien.

lunes, 6 de junio de 2011

Un, dos, tres

perrito inglés a la pared. Tres, cuatro, cinco y seis disparos en mi mente. Siete, ocho y nueve, segundos que tarda el perrito inglés en confesar que se muere. Diez, once y doce, y alguien ya le ha robado el anillo de compromiso. Trece, catorce y quince, todos sus familiares congregados, alguno dice que es martes. Dieciséis palabras como funeral. Diecisiete y todo de nuevo a empezar.

sábado, 4 de junio de 2011

Yo

no tengo una muñeca vestida de azul, es más bien naranja. Vestida o sin vestir. Tampoco es que responda al nombre de muñeca, y si lo hace, es con una de aquellas miradas. Tampoco es que pueda decir que es mía. El caso es que en sí, ni es una muñeca. El único parecido podrían ser aquellos mofletes de harina, de muñeca vestida de azul.