lunes, 6 de junio de 2011

Un, dos, tres

perrito inglés a la pared. Tres, cuatro, cinco y seis disparos en mi mente. Siete, ocho y nueve, segundos que tarda el perrito inglés en confesar que se muere. Diez, once y doce, y alguien ya le ha robado el anillo de compromiso. Trece, catorce y quince, todos sus familiares congregados, alguno dice que es martes. Dieciséis palabras como funeral. Diecisiete y todo de nuevo a empezar.

1 comentario: